Hiroyuki Ogura es un fotógrafo de calle, de realidad y de vidas. De idas y venidas. Sus instantáneas no buscan paisajes ideales, ni modelos de catálogo, ni sonrisas de vértigo… huye de la pose y fija su mirada (con cierto punto analógico) en las calles de barrio de Shinjuku.
El blanco y negro no entiende de matices sino que se balancea entre contraste en cada uno de sus niveles. Sus encuadres están bien limitados y en sus procesados el ruido no importa; al contrario, le da a las fotografías ese punto de película que tanto atrapa. Trabaja con una Leica y un 35mm, además de otras cámaras que le permiten cerrar planos y presentarnos sus contrapicados.
Son imágenes elegantes, siempre, en su mayoría protagonizadas, a medias, por mujeres. La otra mitad, por la propia rutina de una ciudad llena de luces que el transforma con gran arte en un cuidado blanco y negro.
Fuente: B-Side Magazine.